Grecia Ozuna.
Gracias por darle click a este nuevo blog, el día de hoy te platicaremos una experiencia más en este maravilloso programa de intercambio cultural. Esperamos que al leer esta experiencia encuentres los motivos perfectos para emprender el vuelo.
¡BIENVENIDA!

Mi experiencia tiene muchos matices, desde los bellos momentos que viví con mi familia anfitriona y mis niños que cuidaba, hasta las memorias que creé en mis tiempos libres con amigas y amigos a través de viajes, aventuras y más, sin pasar por alto, todo el crecimiento personal y la manera en la que me pude conocer gracias a la parte individual de este programa, enfrentarte a un nuevo país, con diferente cultura, lengua, moneda es, todo un verdadero reto, particularmente, al comienzo de la experiencia ya que, en cierta forma, llegamos sin conocer a nadie, sin tener a nuestra familia o amigos cercanos, poco a poco pude adaptarme hasta llegar al punto en el cual estaba muy cómoda y me sentía como toda una lugareña.

Tuve la fortuna de viajar a 3 países distintos durante toda mi experiencia, es decir, que además de Estados Unidos, conocí España y Canadá con mis amigas. Para mi suerte, pude conocer ciudades emblemáticas como San Francisco, Newark, New York City, Washington DC, Philadelphia o Boston. Pude hacer muchos amigos locales y de nacionalidades de todas partes del mundo que nunca hubiera conocido de no ser por haber vivido este programa de cerca; tuve la oportunidad de conocer gente de Japón, Sudáfrica, Italia, India, España, Colombia, Bolivia y, por supuesto, de México.

Mi primer año estuvo lleno de emocionantes y bonitos momentos, me atreví a subirme a un helicóptero y ver NYC desde arriba, ir a varios conciertos, festivales de música y al US Open, el cual siempre fue uno de mis más grandes metas y sueños en la vida.
Indudablemente hubieron momentos duros y de mucho aprendizaje, puse en práctica la paciencia y me vi retada por mi misma, poniendo en juego todo lo aprendido y mi positivismo, al final de cada día coloque los acontecimientos y situaciones sobre una balanza; lo que esta experiencia te puede dejar en cuanto a buenos momentos, lo hace totalmente invaluable y que no tenga que pensarlo dos veces, cada que me preguntan si volvería a vivir el ser Au Pair, ¡por supuesto que sí!

Mi año como Au Pair no terminó ese 23 de julio, esto es una vivencia que estará en mi toda la vida, recuerdos que me acompañarán siempre y seguiré compartiendo, además de que el vínculo con tu host family y amistades es para siempre.

¿ Y tú, que esperas para poder vivir una experiencia así?
ACERCATE CON NOSOTROS Y NO PIERDAS NI UN MINUTO MÁS SIN VIVIR UNA EXPERIENCIA COMO LA QUE VIVEN TODAS NUESTRAS AU PAIR.